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La imperfección de los padres humanos, los cuales comúnmente repetimos los errores de nuestrosantepasados, haciéndonos en ocasiones muy similares a la figura legendaria del horripilante hombre del Himalaya, es una barrera que nos impide visualizar y comprender la figura de Dios como padre.
Lo cual resulta difícil, no solo por nuestras
flaquezas humanas, sino por la cultura tradicionalmente matriarcal, donde se
venera mas la figura de la madre que el padre, ya que, el arquetipo de la madre
yace en la conciencia colectiva del pueblo, conceptualizado en: “la reina del cielo”,
María, “la madre tierra” etc.
Así como también, en el lenguaje se ha visto el
empoderamiento de la mujer, ampliando
algunos el concepto de la palabra patria a matria.
El viejo
concepto que Dios podría estar
representado en la figura de una mujer, es fácilmente rebatible—aunque Dios no
tendría sexo, como infirió Jesús al referirse a los ángeles—pero, puesto que el
hombre— Adán—fue hecho primero, después Eva; y, el hombre no cayó primero en
transgresión sino la mujer, por lo tanto la autoridad –que no el
autoritarismo—de Dios es representada en la figura del varón, sin menoscabo a
los derechos y necesidades de la mujer, por el contrario: Eva, no fue tomada de
un pie para ser pisoteada, sino formada de una costilla de Adán, muy cerca del
corazón, para ser amada y protegida por él.
La figura de
Dios como padre, es admirablemente representada por el médico Lucas, quien
recopila de Jesús la parábola del hijo pródigo: Un hacendado muy rico—varón—con
muchos criados, tierras de cultivo, ganado y mucho dinero y se dice que tenía
dos hijos, el menor le exige que lo
herede en vida, a lo cual el padre accede; después con su fortuna en mano, el
hijo menor emprende el viaje a lejanas tierras, donde malgasta su riqueza viviendo
perdidamente.—se supone una vida de lujos y despilfarro-- Y cuando todo lo hubo
malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y
fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a
su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los
cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa
de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me
levantaré e iré a mi padre, y le
diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti….
Largo es el
relato, así como preciosas las figuras, es decir: Los dos hijos tanto el mayor
como el menor representan al pueblo hebreo, así como, más lejanamente a la
humanidad; Dios no obliga a nadie a obedecerle, ni mucho menos bajo ninguna
tiranía, sino le ofrece al humano libertad de elección, conllevando con ello el
riesgo de sufrir por malas decisiones, Dios nos podría haber hecho como robots
para obedecerle incondicionalmente, pero le dio al humano libertad, y con ello
la posibilidad de equivocarse..”El libre albedrío es la voluntad del
hombre que de modo natural se inclina a buscar los medios para ser feliz. Pero
además una auténtica libertad humana, la libertas, busca su sumo Bien que, de
acuerdo con las enseñanzas de San Agustín, lo obtendrá gracias a la ayuda de la
gracia divina, elemento integrador de la existencia del hombre. Además, esta
necesidad de la gracia, no supone la negación de la libertad del hombre ni de
su capacidad de elección.”
Pero Dios siempre deja una puerta abierta para
que el humano regrese a casa: El padre del hijo desobediente con su mirada puesta en lontananza,
diariamente esperaba que éste apareciera, cierto día ve a lo lejos una figura
de un hombre como indigente, una corazonada le dice que ése es su hijo, no espera mas y corre a su
encuentro, lo abraza efusivamente , le besa, sin importarle que huela a corral
de marrano, penetrado por el mal olor de tanto tiempo que no se aseaba, y manda
a los sirvientes que pronto, se le asee, se le cubra con el mejor vestido,
calzado en sus pies y se le coloque un anillo en su mano símbolo de la realeza,
y se ordena hacer los preparativos para una gran celebración porque: este mi hijo muerto era, y ha revivido; se
había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. El hijo pródigo
ingresó de nuevo a casa del padre por una puerta, Jesús dijo: YO SOY la puerta;
el que por mí entrare, será salvo…
El camino de regreso al Padre esta dulcemente
allanado, es transitable, Jesús le dijo: YO SOY el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí.